¿Quien no ha jugado con un yoyó alguna vez? Nos parece un detalle suuuuuper bonito para dar en los cumpleaños, en las bodas, comuniones… incluso bautizos.
Tanto para niños como para adultos (para recordar viejos tiempos).
Y si encima hay la opción de personalizarlos… lo convierte en un detalle mucho más original